Los últimos protagonistas... Marilyn Monroe

Querida Marilyn

Como podemos observar, las crónicas apuntan en que todo se precipitó a comienzos del año 1962.

O sea que pretenden que nos creamos una historia que, en seis meses, empezaste a frecuentar a Lowford y Pat Kennedy, que te vas a un bungalow cerca de éstos, donde conociste casualmente a los dos hermanos Kennedy, que aparece en escena un personaje siniestro, el psiquiatra Greesson, que te haces amante de Robert Kennedy, pero según Pat, asegurando a los periodistas que siempre estaban en su casa a solas tú y John donde mantenían relaciones sexuales.

Lo extraño entonces es el por qué después del divorcio con Miller en 1960, todo comienza a desmoronarse como un castillo de naipes: tienes fuertes depresiones, no cumples con los horarios en las filmaciones, te la pasas llorando, no duermes, tienes miedo… ¿Y eso a qué se debe? Hay un vacío en las crónicas en donde si raspamos bastantes podemos observar a un psiquiatra Ralph Greenson que aparece en Hollywood y es contratado para “resolver” diferentes casos.

Tú misma te quejas de él, el cual empieza un tratamiento de psicoanálisis y no hace sino revolver más la basura, atiborrarte de barbitúricos y manipularte con el temor de que pudieras haber heredado los problemas mentales de tus antepasados.

No te gusta y te rebelas con palabras pero no con hechos, es así como te dejas guiar (inconscientemente) por este personaje, del cual se carece de referencias facultativas, al aislamiento; es allí donde coloca a su persona de confianza, Eunice Murray que llevaba más de 14 años trabajando para él. Desde 1960 hasta tu muerte vives con esa persona que se encarga absolutamente de todo, lleva la limpieza de la casa, supervisa tus actividades, estados de ánimo y presenta un informe diario al Dr. Ralph Greenson, quedas así bajo la tutela de éste que termina por dedicarse exclusivamente a ti; te trata de trastorno límite de la personalidad, te atiborra a barbitúricos y alcohol, aparte de psicoanalizarte y maltratarte, algo que resultaría ser una relación bastante inusual construida sobre la dependencia y poco frecuentes en las prácticas médicas..

Alguien que sólo firmaba como T.N. hizo llegar a varios círculos periodísticos, la noticia de que contaba con infinidad de fotos y documentos que había coleccionado a lo largo de tu vida que podían esclarecer gran parte del complot que llevaba tiempo tramándose. Entre varias notas sueltas que guardaron algunos informativos del momento y que apenas publicados fueron inmediatamente eliminados, ese tal T.N., advierte sobre Greenson, sin titulación auténtica, el cual había sido colocado en un puesto específico para manipular a diferentes personalidades del mundo hollywoodense.

Parece ser que éste a su vez fue empleado y utilizado para dicho fin por padecer de autismo que se solía manifestar de forma agresiva, hecho por el cual nunca iba a resultar peligroso para sus contratantes pero sí sumamente útil en tareas de mantenimiento, en donde reforzara y sacara a flote las neurosis afianzadas con las diferentes drogas consumidas por sus “pacientes”.

(Pensemos que no era sino una víctima más que después de tu muerte encumbraron hasta hacerlo desaparecer definitivamente de escena.)

Es entonces en el 62 donde al tropezarte en la casa de los Lowford con los Kennedy, comienza ya la caza de brujas que terminaría un año después con la muerte del presidente.

Tú lo sabes todo… tú. Son tantas las crónicas, pero una cosa queda clara, te mataron. Te llevaban matando mucho tiempo, acabaron prácticamente con tu estabilidad, con tu mente, con tu psique más de 10 años antes de la física. Sueños de muñeca que a veces creíste tocar con las manos. Te mataron completa. Pero no sé si te diste alguna vez por vencida.