A los hermanos Marx siempre les gustaba estar rodeados de mujeres hermosas en sus películas dando la sensación de que cuanto más mujeres objeto, mejor. Floreros que adornaban sus films.
Es así como en el 49 se te puede ver apenas en Amor en Conserva, manteniendo el papel, si a eso se le puede decir “papel” de mujer fatal y tonta al servicio del lucimiento intelectual de los tíos.
Te advierto Marilyn que hoy no me encuentro bien, estoy en plan borde, de un mal humor que se me fue metiendo desde que me levanté. Hace ya 3 años que mi hermano fue golpeado brutalmente por una banda a la salida de un concierto, al que no pudo sobrevivir y su chica, maltratada de tal forma, permanece aún en estado de shock.
Mi madre, se levantó a duras penas para asesorar el almuerzo y pretextando la lluvia desapareció otra vez entre las sábanas. Ellos, mis padres, siguen huyendo, aferrándose a no sé qué, pero desaparecen e intentan controlar así la situación.
Así que hoy te has transformado en mi válvula de escape, yo también quiero borrar huellas que parecen rehacerse cada día, cada año. Hoy fui a ver a Cristina; desayuné en el Gran Caracol que me quedaba de paso, tuve la tentación de escribirte allí en la mesa que da al norte de la calle Yuste, pero me distrajo la pereza del lugar con la lluvia incesante y las aceras vacías.
Cristina, estaba tan pálida e inmóvil como siempre. Nunca me ha mirado y ya no sé qué contarle. No sé si era mi estado pero percibí ciertas diferencias en ella como si tuviera consciencia de la fecha y algo hurgaba su interior. No obstante la actitud se mantenía igual, frente a la ventana. No entiendo por qué la ubicaron así en un día tan gris, tan opaco, pero su falta de voluntad no se resistía a nada.
Le conté las últimas noticias, en ese afán de siempre de obtener alguna reacción y que en definitiva se ha tornado más en un acto reflejo de mi parte.
Bueno, gracias por estar ahí, con sonrisa triste y bella, con tu mirada controvertida y apoyarme en algunas momentos en que el mundo parece borrarse.
En esa escena de Amor en Conserva apareces de repente con este diálogo:
Groucho: ¿Qué puedo hacer por usted?
Marilyn: Unos hombres me están siguiendo.
Groucho: ¿De veras? ¡No entiendo por qué!
Y desapareces… El señuelo para un chiste… Pero bueno eso te valió recibir una generosa suma: 500 dólares.
No nos extraña la gracia de Groucho, machista empedernido:
“Decidme, os lo ruego, ¿qué personas se levantan con el alba?: Policías, bomberos, basureros, conductores de autobús, dependientes y otros de las clases más humildes. No ves a Marilyn Monroe levantándose a las seis de la mañana... la verdad es que yo no veo a Marilyn levantándose a ninguna hora, lo cual es una lástima.”
Esa era la imagen manipulada del gran emporio del cine, ves, aunque el mismo Groucho en el libro de Wilson, declara en una de sus citas que eras "Mae West, Theda Bara y Bo Peep, todo en uno" , eso te da más popularidad y si bien los 500 dólares significaban para ti una extraordinaria suma, no evitó que siguieras viviendo en casas prestadas hasta que por caminos invisibles se fue acercando a ti uno de los agentes más influyentes y poderosos de Hollywood, Johnny Hyde. Es lo que tiene la vida hay que estar tejiéndola continuamente.
Hasta la próxima preciosa,
Manuel
¡¡Hola Miguel!!
ResponderEliminarPues si que era machista si, supongo que se quedó con las ganas de ver levantarse a Marilyn a alguna hora. También me acabo de dar cuenta en la foto de la película, lo diferente que se ve Marilyn….
Un besazo guapetón